El Descaro de la Historia Reescrita: El Frente Amplio y el Robo de Méritos Sociales

 

La reciente intervención de la senadora Blanca Rodríguez en el Parlamento, en la que tuvo el tupé de afirmar que "todo lo que tiene que ver con el diseño de políticas sociales comenzó en este país con los gobiernos del Frente Amplio", no es un simple desliz verbal ni una anécdota menor. Es la manifestación de una práctica política deshonesta y profundamente arraigada en la izquierda uruguaya: la malsana costumbre de vestirse con ropas ajenas y pretender reescribir la historia a martillazos.

Lo de la senadora es un ejemplo de ignorancia supina combinada con una soberbia que raya en el desprecio por la inteligencia del ciudadano. No es que crean que el pueblo padece de amnesia colectiva; es que deliberadamente apuestan y se aprovechan del electorado joven o menos informado para implantar una versión histórica que favorece exclusivamente su relato.

El Hábito de la Apropiación Indebida

El Frente Amplio se ha acostumbrado a lucrar políticamente con el relato de ser el único artífice de la justicia social, ignorando –o, peor aún, borrando deliberadamente– los 140 años de construcción social progresista que antecedieron a su llegada al poder.

No es solo el caso de la senadora. Lo vemos una y otra vez:

  • El Plan CAIF, pilar de la atención a la infancia, fue creado por un gobierno colorado en 1988. El FA lo potenció, sí, pero no lo concibió.
  • Las Asignaciones Familiares, mecanismo vital de transferencia, nacieron en la década de 1940.
  • Todo el andamiaje de la Seguridad Social, las ocho horas laborales, el salario vacacional; son logros que se remontan a las profundas reformas del Batllismo y la tradición reformista de los Partidos Fundacionales a principios del siglo XX.

Cuando un político del FA se arroga la autoría de estas conquistas, no solo falta a la verdad, sino que comete una falta de respeto a la memoria de aquellos que lucharon y legislaron por esos derechos cuando su fuerza política ni siquiera existía. Es un burdo intento de reescribir el prólogo de la República para que su capítulo aparezca como el inicio de la historia.

La Respuesta Colorada: Firmeza y Moderación

Frente a esta patraña, la reacción del Partido Colorado ha sido ejemplar en su combinación de firmeza conceptual y moderación en las formas. Las voces del coloradismo recordaron a la senadora la verdadera génesis de las políticas sociales.

El senador Tabaré Viera, con altura, lamentó el exabrupto y apeló a la seriedad: "Las políticas sociales no empezaron ayer: vienen desde Artigas. Asistir es necesario, pero desarrollar es urgente. Pedimos respeto por el trabajo responsable realizado". Esta es la voz de la responsabilidad institucional, que no entra en la descalificación personal, pero sí en la refutación histórica categórica.

A esta se suma la visión crítica de figuras como Pedro Bordaberry, quien en anteriores ocasiones ha sabido defender con ímpetu el legado colorado, señalando que ignorar el Batllismo o la creación de las principales instituciones sociales es una amputación de la historia nacional. Ambas posturas demuestran que el Partido Colorado tiene la solidez moral para defender su legado sin caer en el simplismo.

El Imperativo de la Acción Continua

Sin embargo, frente a la fábula mentirosa que se repite sistemáticamente, el Partido Colorado no puede permitirse la comodidad de dar por sentado que "la gente ya sabe" la verdad. El silencio, en este contexto, es complicidad con el relato distorsionado.

Es urgente y necesario un esfuerzo continuo y permanente de todos los sectores y actores colorados de relevancia en defensa de la verdad. El Partido debe utilizar cada tribuna, cada medio, cada acto para:

1.   Reivindicar con Vigor su Legado Histórico: Recordar al país quién trajo las grandes conquistas sociales que hoy se disfrutan.

2.   Mostrar sus Iniciativas Actuales: Demostrar con sus propuestas y actitudes, sin ambigüedades, que está del lado de la gente y de los más débiles.

La batalla por el relato es tan crucial como la batalla por los votos. Si se permite que la oposición se apropie de un legado que no le pertenece, se estará legitimando una falsedad que erosiona la identidad histórica del país.

Es hora de alzar la voz no solo para corregir la versión de una senadora desubicada, sino para defender la verdad de la historia uruguaya y demostrar que la verdadera vocación social y desarrollista tiene un origen claro y una continuidad innegable en las filas del Partido Colorado.

Ricardo Alba   El Día 29 de noviembre de 2025





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