CALLATE LUCIA, NO SEAS BOTONA
Días pasados a través de la publicación del libro “Los indomables” de Pablo Cohen, se produjo una tormenta en filas de la izquierda por las revelaciones de Lucía Topolansky, luego ratificadas por el propio Mujica.
En efecto, ambos líderes históricos del MPP afirman la existencia de falsos testimonios de “víctimas de la dictadura” para incriminar a militares. “Mentí, decí esto y aquello y metemos preso a fulano” Y al que se niegue lo acusan de traidor. Topolansky dice que conoce los nombres de quienes incurrieron en estas prácticas pero no lo va a decir porque no es botona.
Inmediatamente el Frente Amplio, Crysol, “Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos y Desaparecidos”, el PITCNT, dirigentes políticos frenteamplistas y habituales operadores en las redes de la “fuerza política” se apresuraron a censurar esas declaraciones.
Se pone en riesgo la credibilidad de los “compañeros y compañeras” que al decir “su verdad” han logrado la sentencia de más de un centenar de represores y es un golpe muy duro al movimiento popular. Y el propio fiscal Perciballe que originalmente declaró que no iba a hacer nada si Topolansky no presentaba una denuncia formal, en las últimas horas se vio en la obligación de citarla a declarar.
Pero este revuelo no es nuevo. En ocasión de sancionarse la ley que creó una sección en el Archivo General de la Nación para organizar documentos del pasado reciente y de violaciones a los derechos humanos, los mismos actores que hoy censuran a Topolansky hicieron oír su voz contraria a la posibilidad del conocimiento público de esos hechos. Y afirmaban que esa información debería ser administrada por las propias organizaciones frenteamplistas.
Es evidente a esta altura que se trata de mantener un relato que quizás este viciado de numerosas inconsistencias. Y que la Justicia la entienden como un acto de venganza que debe ser ejecutado aunque no existan pruebas consistentes. Alcanza con la convicción y es preferible tener a inocentes presos si se logra la condena de algún culpable.
Ya demostraron que la opinión de la ciudadanía no importa. Se tiró abajo la ley de caducidad, se ignoraron un referéndum y un plebiscito. Tampoco importa la Verdad sino “su verdad” como reiteradamente lo han dicho.
Y la Justicia debe de ser una “justicia compañera” que esté al servicio de un relato “trabajosamente construido” como ellos mismos afirman.
“Callate Lucía, no seas botona” es el clamor del movimiento popular.
Ricardo Alba
Fuente : El Día 21 de diciembre de 2024
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